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jueves, 5 de diciembre de 2013

La crisis en Venezuela le pega a la industria petrolera.

Por Francisco Urreiztieta

La caída de la producción de crudo y la importación de combustibles, son síntomas de que la crisis económica venezolana también alcanza a la industria petrolera.

A pesar de ser el quinto exportador mundial de crudos, Petróleos de Venezuela (PDVSA) ha tenido que incrementar en los últimos meses sus compras a Estados Unidos en más de 86 mil barriles diarios en gasolina, diesel y otros derivados, según reporta la agencia energética estadounidense.

Para el analista venezolano José Toro Hardy, el que Venezuela tenga que importar gasolina por segundo año consecutivo, no es sólo una muestra de la crisis que atraviesa la industria nacional, sino  una vergüenza. “Es un enorme fracaso de la política petrolera que hoy en día tenemos, el hecho de que tenemos que estar importando lo que antes usualmente exportábamos en grandes cantidades”, apuntó.

Las autoridades de PDVSA han rechazado que estén realizando comprar. Esto ocurre en momentos en que el presidente Nicolás Maduro arrecia su guerra económica. Las nuevas órdenes de batalla fueron aumentar las fiscalizaciones a todos los comercios en el país y arrestar a aquellos comerciantes que sean sorprendidos especulando con los precios. 

Maduro presentó un nuevo arma en este combate económico, un decreto que apunta a los grandes centros comerciales que sean sorprendidos especulando con los precios. 

“Hay factores que creen que pueden volver a remarcar los precios y no a pasar nada… Hay factores que creen que pueden especular y que no les va a llegar la inspección”, dijo Maduro en un discurso reciente, lanzando una clara amenaza contra los supuestos especuladores.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio venezolana, Teodoro Bellorín, manifestó no estar de acuerdo con estas medidas. “Muy difícil. Todos los intentos anteriores han hecho que muchas empresas sucumban, pero otras todavía se mantienen en pie. ¿Hasta cuándo va a durar esto? No lo sé…”, comentó Bellorín.

Las medidas económicas de Maduro, sin embargo, desataron una fiebre consumista en todo el país, que mermó en pocos días los inventarios de cientos de negocios. El gobierno obligó a los comerciantes a vender sus mercancías a precios rebajados hasta un 70 porciento. Las fiscalizaciones por otra parte, ahn estado a la orden del día y han provocado el rechazo de consumidores. Muchos negocios, por otro lado, ya han vendido sus inventarios y cerrados sus puertas hasta enero. La temporada navideña recién comienza en medio de un panorama de anaqueles vacíos.

Analistas descartan que el gobierno tenga la capacidad para reponer los inventarios, pues muchos de los comerciantes suplían sus compras con dólares del mercado negro, práctica esta que ahora el gobierno prohíbe.

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